Cómo fabricamos

¿Cómo fabricamos?

Montaje de madera maciza CLT


Como en todas las industrias, la madera en sí, procede de un mismo origen, sin embargo presenta muchas diferencias en cuanto a su tratamiento y utilización. Gracias a las normativas forestales actuales, las diferencias estriban poco en la explotación. Esas diferencias se amplían en los estándares de aprovechamiento del material, dado que hay industrias que utilizan casi todo el volumen procesado y otras descartan piezas al menor fallo.


Las diferencias aumentan en los tratamientos de la madera como materia prima por la calidad y estabilidad de los productos estabilizantes. La mayor desigualdad se observa en la manera de usar el material como estructura. Para no complicar con conceptos técnicos: no es lo mismo construir con paredes huecas o con paredes macizas. Las paredes huecas “parecen” voluminosas pero están formadas por piezas ligeras con cámaras de aire interiores, rellenas de aislantes o no. No es una mala solución, pero hay que reservarla a una sola franja de usos y precios.

Las paredes macizas no dejan aire al interior porque son a la vez la estructura, el aislante, y el cerramiento. De esta manera, no permiten que allí proliferen insectos ni hongos, y responden a las cargas con una solidez infinitamente superior. Por otra parte, las casas macizas no “crujen” por el encaste de las diferentes piezas, y se comportan como una única pared continua por los anclajes que se dan a las uniones. Las construcciones ligeras formadas por piezas delgadas se acomodan a los movimientos y solicitaciones y resultan mucho menos tenaces al esfuerzo.


En el caso del montaje de las piezas macizas, las uniones son anclajes continuos entre elementos. Esto es posible dado que la madera es un material con una deformación térmica mínima, dado que la madera se dilata o se contrae muy poco ante los cambios de temperatura. Esas uniones hacen que las construcciones se comporten como piezas continuas, aumentando extraordinariamente la resistencia al darles rigidez por los ángulos.

Haga una prueba sencilla: trate de sostener horizontalmente una hoja de papel por uno de sus bordes. Será imposible. Haga un solo pliegue en cualquier dirección y verá que puede sostenerla sin que se arquee. El material es el mismo. Lo que ha cambiado es la racionalidad y el ingenio para su uso.


Ese es el principio que aplicamos a paredes y techos para que se comporten como un elemento único continuo. Así, el CLT se transforma en un material muy versátil. Permite una gran variedad de soluciones arquitectónicas y estilos constructivos. Fabricado de forma sostenible y con acabados cuidadosos, este material alcanza niveles excepcionales de calidad. Los paneles CLT están formados por capas de madera maciza encolados entre sí por medios adhesivos con control ecológico.


Eso hace que el panel final, sea del grosor que fuere, resulte un material estable, homogéneo y perfectamente continuo en todas sus direcciones, sin riesgo de resquebrajarse o partirse. Los encolados resultan mucho más fuertes que las piezas que unen. La previsión de los diseñadores de partes y elementos de CLT permiten a arquitectos y constructores una total flexibilidad de diseño para diseñar con la misma libertad que tienen en la aplicación de estructuras tradicionales.

Otro de los grandes atractivos de la construcción modular radica en que nuestros arquitectos e ingenieros han desarrollado un sistema modular en el que los acabados constructivos: corte de medidas, electricidad, carpintería de ventanas, puertas, etc., se realizan en fábrica, y así nuestros profesionales controlan totalmente la calidad. Posteriormente, se transportan en un vehículo, que los entrega a pie de obra, para una rápida ejecución "llave en mano" de la construcción y así poder entrar a vivir de inmediato.

¿Por qué optar por nuestro sistema de madera maciza?


La alta calidad de los paneles de CLT, elimina las imperfecciones o defectos de casas de madera comunes y así eleva considerablemente la calidad de las obras terminadas. Un argumento considerable a favor consiste en sencillez de ejecución de los detalles constructivos, una cantidad mínima de uniones de ensamblaje y sencillez de la estructura de paredes.


El carácter sencillo de la ejecución hace que nuestro sistema sea conveniente no sólo para casas unifamiliares y edificios de viviendas sino también para reformas, ampliaciones y similares. En Sallende Hábitat damos a la madera el uso adecuado a cada caso. Un cobertizo de jardinería, cenadores o construcciones efímeras pueden estar construidos con elementos ligeros. Pero si se trata de viviendas en las que el confort y la estabilidad debe garantizarse muchos años, los elementos macizos CLT son la opción correcta.

Estructura de madera maciza, velocidad de construcción y hermeticidad


Todos los paneles se caracterizan por una alta resistencia y estabilidad en pruebas de esfuerzo de compresión y de tracción junto con una capacidad de carga extraordinaria.


De esta manera forman una estructura real y completamente de madera, maciza y segura. Se ensambla como un sistema de construcción modular. Todos los componentes son fabricados en formatos precisos con un labrado de uniones seleccionado, aberturas para ventanas, puertas y otras modificaciones individuales como preparación de lugar para instalaciones o relleno con aislante. Los componentes terminados se envían al lugar de obra, donde se monta completa en horas.

Los componentes utilizados son herméticos en toda su superficie gracias al pegamento longitudinal de las juntas entre las láminas y al tratamiento de los nudos.

Desplazamiento de fase. Transmisión de temperaturas.


Una de las características de la madera es su alta resistencia a la transmisión de frío y calor. La madera maciza recibe calor en verano por la cara exterior pero tarda más tiempo en transmitirla adentro que el cambio de régimen solar. Lo mismo sucede en invierno. Ese paso térmico puede durar entre 3 y 7 horas lo cual significa que cuando las paredes podrían empezar a variar su temperatura por la cara interior, ya habrá cambiado la temperatura exterior, tanto en verano como en invierno. Cuando la madera ha recibido la carga térmica exterior en verano y ésta podría llegar al interior, el descenso de temperatura al anochecer hace que el calor regrese a disiparse afuera nuevamente sin llegar a afectar el confort.


En el caso de las estructuras ligeras (es decir, construcciones no macizas, de elementos ligeros) el aire contenido en el medio actúa como aislante pero con una capacidad mucho menor. Sumado a la ausencia de fugas de aire en las construcciones de elementos macizos encolados por todas sus caras, hace que este material sea el que tradicionalmente se utilice en las cabañas de sauna en los países nórdicos. Dependiendo del salto de temperaturas entre el exterior y el interior, una hoja de madera maciza de 10 centímetros de grosor iguala la temperatura de sus caras en unas 10 horas, mientras que una pared de ladrillo lo hace en 2 horas.


¿Y contra el fuego?


El sistema constructivo de Sallende Hábitat se puede aplicar a la construcción de espacios de especial protección al fuego como escuelas y hospitales. Es posible dar gruesos especiales a los elementos de separación entre sectores de fuego para determinar su índice de protección, e incluso intercalar elementos ignífugos entre paredes de madera para hacer relativos los costes. La madera maciza propaga la flama por una sola cara hasta que el fuego consigue pasar a la otra. Esa característica es la causa de que la propagación de la llama sea lenta en su efecto de debilitar la construcción. Es necesario variar el dimensionamiento de las construcciones en madera solo en los elementos que se consideran frontera entre sectores de fuego.

Calidad visual de los acabados. Arquitectura y diseño. Sistema de Desarrollo CLT


La madera tiene un interés visual enorme como material acabado. Su color y textura resultan decorativos y fáciles de combinar con diferentes estilos, acabados y resultan visualmente serenos para la mayoría de los usuarios.


Los elementos de Sallende Hábitat son a la vez cierre, estructura y acabado, lo cual no hace obligatorio tener que revestirlos. Es un material apto para acabados modernos (tonos suaves, veta clara) o clásicos (gama oscura, vetas marcadas). También tenemos acabados que realzan el contraste entre vetas claras y oscuras, o pueden recibir una apariencia de coloración semitransparente o un revestimiento que oculte la vista de los plafones de madera natural.

En los paneles de techos y paredes se pueden empotrar directamente los elementos de las instalaciones. Recomendamos consultar la calidad visual de los acabados con los interioristas de Sallende Hábitat para adaptar las distintas posibilidades a conveniencia de las propuestas y así optimizar la selección de materiales.


Si se van a ocultar, lo más adecuado son los tableros con un tratamiento mínimo. Si se van a dejar en contacto con los espacios habitables, deberían ser tableros de acabado fino. No obstante, hay que decir que el control de fabricación es tan estricto que se hace bastante difícil advertir esas posibles diferencias entre lo que se llama “cara vista” y “cara oculta”.

Quizá la diferencia más saliente sea el “repelo” de la madera al corte –porque no queda lijado– y el reemplazo de nudos por pequeños discos de madera embutidos y encolados.


Esas pequeñas monedas de madera maciza muy serán difíciles de ver, ya que están fabricadas en la misma madera del panel. Así nunca se observará la pequeña fisura que naturalmente puede presentarse en los nudos de todas las maderas.

La madera está viviendo una edad de oro en los países más desarrollados del mundo, los cuales se han enfocado en mejorar los procesos extractivos, de replantación, de protección del material y del medioambiente.

En nuestras fábricas, los módulos macizos CLT se fabrican bajo una estricta supervisión humana y electrónica. Detectores de todo tipo identifican sectores del material que, si no son perfectos, son descartados directamente sin más tratamientos ni maquillajes. Una de las contenciones de coste más importante es que la flexibilidad de proyecto proviene de un interminable catálogo de partes y elementos infinitamente combinable, lo cual permite componer igual que las palabras con solo 28 letras.


Una característica clave en la construcción con CLT de paneles macizos es que las unidades de obra salen de fábrica ya construidas, es decir, elementos enteros con toda la previsión de pasos y aberturas.

La construcción tradicional agrega las unidades de obra ladrillo a ladrillo mientras que estas construcciones llegan a obra enteras y ya hechas. La reducción de tiempos puede calcularse de unas diez o doce veces menos: una vivienda tradicional se construye en unos 10 ó 12 meses, y una construcción de madera maciza puede tardar un mes entre cimentación y montaje, instalaciones, aberturas y acabados.


Como buenos ejemplos de producción modular en serie se pueden destacar: los campings, instalaciones turísticas, promociones públicas de módulos para vigilancia de playas, bosques, áreas de turismo… llegándose a reducir hasta un 70 % el periodo de edificación en estas actuaciones constructivas.

Al margen de la configuración de las construcciones (sean éstas más contemporáneas o más clásicas) la construcción en madera CLT es moderna en tres aspectos fundamentales: durabilidad, sostenibilidad y flexibilidad.


Por su excelente comportamiento diatérmico, la madera está siendo utilizada intensamente en países fríos como Noruega, Finlandia, Islandia, Austria o Canadá, y también en países desérticos, como Israel. Las nuevas protecciones no superficiales sino embebidas en la masa permeable de la madera le otorgan una protección permanente asombrosa.

Sostenibilidad y respeto al medioambiente: Diferentes formas de construir en madera

Los bosques sostenibles sometidos a planes de renovación forestal son importantes como fuente de extracción de materiales tanto como sostenimiento capital para el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Todo el ciclo de la madera es natural y reciclable, por lo cual resulta sumamente ecológico.


El uso de agentes protectores y estabilizantes está estrictamente controlado para que no resulten nocivos para los ocupantes ni para el medioambiente en ninguna de sus fases, desde la producción, la aplicación, hasta el proceso de reciclado.

Es imposible comparar cuántas toneladas de CO2 producen los elementos de construcción tradicional y la cantidad casi indetectable de esos gases de efecto invernadero en la utilización de la madera, en su mayoría atribuibles solo a los actuales medios de transporte.


Durante la fabricación de elementos tradicionales, enormes cantidades de CO2 son lanzadas a la atmósfera, mientras que, durante su crecimiento, la madera no ha hecho sino absorberlos. Las construcciones de madera se caracterizan por las más altas condiciones de confort en cuanto a temperatura y humedad relativa ambiente.

La madera ejerce un control pasivo al retener humedades altas, dejándolas ir cuando esa humedad ambiente se hace baja. Pero hay un elemento de confort decisivo que se tiene poco en cuenta: el silencio.


La madera es fonoabsorbente y ayuda al control del ruido ambiente. En las caras exteriores de la madera se da una microvibración que anula el ruido que reciben. Esa diferencia es clave contra los elementos de construcción rígidos como cerámicos y hormigones, los cuales devuelven al medio el sonido recibido en forma de la reverberación que la madera evita.

Las construcciones de Sallende Hábitat se prestan para una incontable gama de aplicaciones: desde el chalet unifamiliar, a todo tipo de negocios como oficinas, tiendas, guarderías, naves industriales y ampliaciones de locales de construcción tradicional.

Proceso de fabricación de la madera


Todos sabemos que con los mismos ingredientes es posible preparar recetas diferentes. También es posible que incluso con la misma receta, resulten preparaciones distintas según el orden de los procesos por los que pasen los ingredientes. No es distinto que los procesos que siguen nuestros materiales para obtener los resultados de la mejor calidad.


Por poner un ejemplo simple: dos maderas tratadas con los mismos productos y aditivos resultarán muy diferentes a largo plazo según el tratamiento se aplique con más o menos secado previo. Gracias a la tecnología y a una nueva consciencia ambiental, el material de construcción más antiguo del mundo es también el más moderno.


Con este rigor, nuestros tableros macizos y nuestros elementos individuales reciben los tratamientos tras una estabilización de la materia prima por medios naturales y también tras una atenta selección que descarta cualquier fallo o deficiencia del material. El grado de control llega al descarte de elementos por presunción o sospecha de que puedan comportarse de manera imperfecta en el futuro.


Semejante intolerancia no es caprichosa. Los tableros CLT tienen que cumplir con varios patrones fundamentales durante toda su vida útil:


  • Brindar un nivel de confort máximo en los apartados de estabilidad térmica, estabilidad dimensional, absorción de ruido ambiente y niveles de habitabilidad continuos durante todas las estaciones.
  • Tener un comportamiento estructural seguro y estable, incluso durante movimientos sísmicos de gran intensidad. En este apartado se reúnen cuatro aspectos trascendentales para la seguridad de los ocupantes y de los bienes:


  • La construcción con tableros macizos CLT no está realizada con elementos menores o individuales que puedan soltarse o caer como vigas, perfiles o piezas cerámicas o de hormigón.


  • La construcción con piezas únicas de gran formato impide que las fuerzas de choque o esfuerzos extremos desgajen las construcciones colándose entre las múltiples juntas existentes entre los elementos de construcción de un edificio tradicional dado que en las construcciones con CLT los tableros son monolíticos y piezas macizas únicas.


  • El comportamiento estructural de estas construcciones con todas sus partes ancladas fuertemente a las demás sigue los mismos principios que la reacción de la carrocería de un vehículo ante un crash-test en que todas las partes reaccionan y colaboran para absorber y resistir las fuerzas.

- La relación entre peso propio y resistencia es incomparablemente menor en las edificaciones de madera maciza que en las construcciones tradicionales, por lo cual, en caso de un seísmo, las construcciones con CLT no suman toneladas y toneladas por peso propio a un esfuerzo sísmico eventual, sino que resultan sorprendentemente resistentes en relación a su mucho menor peso.


- Presentar un comportamiento estructural programado, previsible, racional y estable. Como la madera tiene vetas en el sentido de las fibras del árbol, la planta se aplica en el uso del material siempre en el sentido de su mejor comportamiento consiguiendo la maravilla estructural que supone la copa de un árbol que alcanza a veces decenas de metros.


La planta organiza sus piezas de estructura en el sentido de sus fibras y las lleva de mayor (tronco) a menor (ramas). En los paneles CLT, esa lógica de un solo sentido se duplica y las diferentes capas de material llevan las fibras cruzadas.

Esto logra que lo que el árbol consigue en una, el ingenio del hombre lo aproveche en dos. El árbol protege su estructura con una piel (corteza) para que la médula se mantenga siempre estable.


Con ese propósito, la madera usada en estructura va dotada de una nueva piel en forma de tratamientos. El árbol puede cicatrizar la corteza, pero la industria no. Por ello, esos tratamientos se dan en profundidad y por impregnación. Debido a ello estas construcciones son monomateriales. El CLT es madera natural optimizada sin desnaturalizar y es apta para tabiques interiores, muros externos, cubiertas, forjados y tejados.


- Resistir el avance del fuego por tres principios: el contenido natural de humedad de la madera como materia viva (sobre un 12%) hace necesaria la evaporación del agua confinada antes de dejar las fibras expuestas realmente a la flama.


Por otra parte, la fibra carbonizada es ignífuga y protege la siguiente capa de fibras.

Esas fibras son los aditivos retardantes que evitan que la carbonización comience.


Los valores de resistencia al fuego siguen las determinaciones del Holzforschung Institut de Austria, y las adaptan a las normas locales, como es el Código Técnico de la Edificación-CTE en el caso de España.


El comportamiento del material ante la flama se complementa siempre con los estrictos informes de Bomberos en cada caso para aplicar los Documentos Básicos de seguridad ante Incendio que establece el CTE. Así se asegura que aparte del comportamiento del material en cuanto a la propagación y resistencia ante el fuego, el propio diseño de las construcciones cumpla con los planes de evacuación en relación con las distancias a áreas seguras y el aforo de ocupación de los espacios.

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